Facturar como artista: lo que nadie te explicó y necesitas saber
Guía básica para entender tus obligaciones fiscales sin agobios
Una de las mayores fuentes de ansiedad para los artistas es todo lo que rodea a cobrar dignamente por su trabajo. ¿Tengo que ser autónomo? ¿Puedo facturar sin estar dado de alta? ¿Qué pasa con Hacienda?Aquí desmontamos mitos y explicamos lo básico.
¿Cuándo tienes que facturar?
Siempre que:
-
Te pagan por un servicio o actuación.
-
Vendes una obra o haces una cesión de derechos.
Es decir, cuando hay una contraprestación económica, hay que emitir factura.
¿Tengo que darme de alta como autónomo?
Depende. Si es un trabajo habitual y periódico, sí. Pero si se trata de algo puntual y esporádico, puedes darte de alta como autónomo por un solo día. Esto es lo que hacen muchos artistas escénicos, músicos o plásticos.
Se realiza:
-
Alta en la Seguridad Social (RETA): se paga solo por ese día (prorrateado).
-
Alta en Hacienda (modelo 037 o 036): puedes mantenerla activa sin pagar cuota si no facturas.
¿Qué debe incluir una factura?
-
Tus datos y los del cliente.
-
Fecha y número de factura.
-
Concepto claro (ej.: “Concierto en...”, “Licencia de uso de obra X”).
-
Importe base, IVA (si corresponde), IRPF. Recuerda que, gracias al Estatuto del Artista, podemos acceder a un IRPF reducido del 2%.
-
Total final.
-
IVA (21%): 105 €− IRPF (15%): −75 €= TOTAL A COBRAR: 530 €
¿Y si no quiero líos?
Puedes usar:
-
Cooperativas de facturación, con ciertas precauciones legales. La más conocida es Actura 12.
-
Gestorías online.
-
Asesoramiento en asociaciones profesionales o sindicatos culturales.
Lo importante: no ignores el sistema. Puedes adaptarte y cuidarte sin perder derechos ni asumir riesgos innecesarios.